Textos sobre la obra de Fabiana Rossi

Las clasificaciones, nos tranquilizan? Decir que un artista se inscribe en una u otra corriente, nos hace ver mejor su obra?.
Estas preguntas surgieron frente a las pinturas de Fabiana Rossi que, a primera vista me causaron una impresión honda, inclasificable, como la que se siente ante la inminencia de una tormenta, o de una creciente. No sé porqué la refiero a hechos en los que la naturaleza se rebela, ejerce su poder, alerta y desafía al esfuerzo humano. O si sé por qué. Tal vez pueda explicarlo:
Veo en las obras de esta artista una unidad de estilo notable en alguien tan joven. La profundidad de los planos, el excelente manejo del color y de las técnicas, las texturas, no serían suficientes para explicar ese susurro interno que provocan sus cuadros. Algo hay que me lleva hacia centros profundos, hacia fisuras, intersticios que me atrapan en un mundo marcado por iconos y pantallas Qué busca esa gentecita, anónima y grisácea, por momentos arracimada y en otros separada frente a la inmensidad de antiguas construcciones, cielos universos? tras qué metas trepan, se cuelgan, se enmarañan?
Hay más preguntas que respuestas en estas telas. Fabiana, oriunda de Hernando, amiga de ese gran pintor que es armando Molina Rosa, ha pintado con ocres, grices, sienas, "colores de la tierra", como dice. Y sin embargo no es nuestra tierra, es una tierra/otra, una más allá que contrasta con el más acá. Grandes espacios libres provocan angustia, hasta que aparecen los iconos.
Los opuestos se rozan todo el tiempo: antiguo vs. moderno, terrenal vs. celestial, ayer vs. hoy, en imágenes fuertes que dan indicios para interpretar. Pistas?: las escalas hacia el cielo, las enmarañadas cuerdas, los iconos (fotografías -el Che-, libros - la biblia-, un mapa de Malvinas, números). En suma, restos de las pasiones humanas en medio de multiplicadas pantallas mediáticas.
Y, junto a estas representaciones, unas fisuras como cicatrices de tiempo que fragmentan los soportes, tal vez alertándonos, tal vez mostrando un frágil equilibrio, a punto de estallar. Todo puede acabar en un momento si no ponemos atención a los signos que nos señalan la meta, la búsqueda, siempre más allá.
"Saber ver los mundos posibles, espirituales" dice Fabiana y lo muestra en su pintura. Ella ha construido un camino para encontrar la salida en medio de la mezquindad y la atrapante rutina, para sustraerse de la contemplación de las pantallas engañosas y trepar bien alto.

Lilia Lardone (Escritora) - Córdoba - Argentina - Julio 2001